Como un alquimista experimentando con sustancias de distintas densidades, la artista plasma un juego de opuestos interdependientes, donde la luz no puede ser separada de la oscuridad, lo blando de lo duro, lo leve de lo pesado. Lo fluido, como el viento, el agua, el humo, coexiste en un equilibrio dinámico con lo denso, duro, metálico.