Una de las ganadoras del «Benoit Mandelbrot Fractal Art Contest 2009»
Representa la eterna búsqueda del hombre de una protección mágica que le permita dominar o al menos comprender lo impredecible e incontrolable de los ciclos de la naturaleza, de su vida.
Los colores principales son el rojo y el dorado, este último creado con tonos de amarillo y ocre, con diversos grados de luminosidad. Sobre estos colores dominantes, una delicada y casi imperceptible paleta de azules agrega interés a las luces y las sombras.
Fue totalmente realizada con el programa Ultra fractal utilizando distintas fórmulas para las formas principales y para las texturas que aparecen en variadas intensidades.